Según un estudio de la ONG Comon Sense, a diario, los niños
americanos de menos de 8 años, pasan pegados a una pantalla de móvil una media
superior a las dos horas. Cifras, cuando menos, alarmantes. En la actualidad, los
dispositivos portátiles y las tablets,
atraen la atención de los niños y niñas en sus primeros años de vida; entre los
0 y los 3 años. Son elementos totalmente integrados en nuestras vidas, y ahí radica el riesgo.
Estas nuevas tecnologías amenazan silenciosa y peligrosamente a los menores,
con lo cual, no está de más prestar atención a los expertos que aconsejan sobre
el tema y plantean soluciones al respecto.
Desde bien pequeños, estamos consumiendo aplicaciones que se han diseñado para hacernos adictos a las pantallas, y abusar de los dispositivos móviles puede causar trastornos del lenguaje y del sueño en los más jóvenes, además del aislamiento social que eso significa. Las recompensas que recibimos de los juegos que consumimos a través de las redes y aplicaciones, los famosos likes o las llamas del Snapchat, generan dopamina en nuestro cerebro, conocida como la hormona de la felicidad, factor que las hace altamente adictivas. Esa substancia nos satisface, proporciona placer, y nos empuja a la búsqueda incansable de más y más recompensas. Ya hay especialistas, incluso, como el doctor Nicholas Kardaras, que acuñan términos como la “heroína digital” al hablar del tema.
En Francia, la también doctora
Anne-Lise Ducanda, responsable de PMI (Protección Maternal e Infantil), ha
creado, juntamente con otros profesionales de la salud; pediatras, logopedas y
psicólogos, un colectivo para hacer reaccionar a las autoridades. Exigen dar un
paso más en los estudios de campo, tomar medidas y advertir de los efectos nocivos
que supone la sobreexposición de los más pequeños a las pantallas, como se hace
con las adicciones al alcohol, el tabaco y las drogas. Por otro lado, como es lógico, la
adicción a las pantallas no afecta únicamente a los más pequeños, ya que cada
vez hay más adultos adictos, y sin saberlo, a la dopamina proporcionada por las
recompensas obtenidas a través de las redes sociales y aplicaciones.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario