Juegos en la arena para niños de 1 o 2 años

La arena es un fantástico juguete que invita al niño a usar la imaginación y experimentar con el mundo que le rodea. Puede jugar con la arena en el parque o en la playa, pero también podemos montar un arenero en casa.
Jugar con arena estimula la curiosidad y la creatividad del niño, le anima a hacer cosas por sí solo, y le ayuda a comprender y descubrir conceptos “científicos” como lleno y vacío, ligero y pesado, seco y húmedo…


Precauciones al jugar con la arena

Al principio tendrás que tener cuidado, porque el niño se llevará la arena a la boca. Si juega con otro niño, también tendrás que asegurarte de que no se lanzan arena el uno al otro. Si le entra arena en los ojos, lávaselos enseguida con agua.

Hacer un arenero

Para hacer un arenero en casa, puedes utilizar una caja de cartón, un cajón o incluso la bañera de bebé que ya no usáis. También vale una bolsa de plástico grande y resistente, como las de los sacos de cemento.
  • Compra arena fina y blanca, de buena calidad. Cuantas menos piedrecitas pequeñas tenga, más segura será.
  • La arena seca es perfecta para dejar que se filtre entre los dedos, cubrir orificios de diferentes objetos y llenar varios recipientes a diferentes alturas para que tengan un peso distinto.
  • La arena húmeda permite hacer castillos, tartas, túneles… Lo ideal es no mezclarlas, y tener un cajón sólo para arena húmeda.
Juguetes y juegos para la arena

  • Llena un cubo de plástico con arena seca y fina para que tu hijo intente sujetarla y la deje correr entre sus dedos. Le encantará la textura. También podéis pesarla, medirla, o colarla.
  • Entierra un pequeño juguete en la arena y pídele que lo busque. Luego podéis intercambiar el rol: que sea el niño el que entierra el juguete para que tú lo encuentres.
  • Pon arena y algún objeto pequeño (piedrecitas, legumbres, una pieza de puzzle, un muñequito de plástico…) en un cedazo o tamiz, y anímale a moverlo para ver cómo desaparece la arena y quedan a la vista solo los pequeños tesoros escondidos.
  • Ten diferentes utensilios a mano para jugar, pero no se los des todos a la vez. Puedes emplear un cubo, palas, rastrillos… Y también objetos cotidianos caseros: un colador, un vaso de plástico, un peine, moldes de hacer galletas, macetitas, los rollos vacíos del papel higiénico…
  • Anímale a hacer dibujos en la arena con un peine o un rastrillo.

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