A partir de los 24 meses el principal juguete de tu niño es su imaginación. Con ella inventa grandes aventuras que pone en práctica con sus muñecos y juegos. Se lanza a imitar el mundo de los adultos, lo que aprende cada día, lo que descubre en casa o en la guardería.
El uso de la imaginación y el desarrollo de juegos con ella le ayudará a entender los comportamientos sociales, a discernir entre lo bueno y lo malo, a entender la forma de actuar de los adultos… Será la base para su integración social.
El juego simbólico resulta vital para que tu hijo ponga en orden sus pensamientos y se desarrolle como persona individual.
Es el momento en el que ya nadie le da órdenes, sino que es él quien controla la situación y decide lo que ocurre. Es una manera de adaptar el mundo a sus pensamientos, de hacerlo a su medida, y eso le encanta.
Los juguetes que desarrollan el juego simbólico se convertirán en el mundo de tu hijo. Con múltiples y muy diferentes escenarios donde desarrollar la imaginación: en la ciudad, en la granja, en el zoo…
Al principio tu niño representa situaciones reales en lugares cercanos y conocidos para él: una casa como la suya, una ciudad o un tren. Más tarde se introducirá en escenarios no conocidos pero que le encantarán precisamente por eso: un castillo medieval, un garaje… e incluso tendrá un parque de atracciones en su propia casa.
Con estos juguetes pone en práctica su inventiva, y también hace suyos valores importantes. Son una manera de establecer y marcar su propia personalidad. Además los pequeños muñequitos le ayudan a practicar y fortalecer su movilidad fina, cogiendo y manejando los elementos con sus manitas, así como su movilidad gruesa.
La parte más divertida e instructiva para ti será jugar con él. Así descubrirás, a través de las tramas de juego, cuáles son sus inquietudes, o su punto de vista sobre las cosas que le suceden en su día a día. Y por supuesto, te hará estar más cerca de él ayudándole a crecer sano y feliz.
Ahora ya es mayor y es capaz de comprender y crear estructuras más complejas. Organiza y coloca elementos diferentes ordenándolos según su punto de vista. De hecho, le encantará construir. Y para esta etapa, los juguetes ideales son los circuitos de pistas con toda clase de vehículos y, sobre todo, los trenes que se conectan entre sí permitiendo a tu hijo crear una ciudad tan grande como quiera. También le encantará poder dirigir con el control remoto los vehículos desde lejos.
Es perfecto para dejar volar su imaginación, así como para reforzar su motricidad, tanto fina a la hora de montar y manejar los circuitos, como gruesa.
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